DIOS es un dios de lo bueno y de lo mejor. DIOS es perfecto. Igual que no se puede mezclar la suciedad con lo limpio así mismo DIOS no quiere nada que ver con la iniquidad. DIOS odia la injusticia y la maldad. DIOS tampoco escucha al hombre pecador. DIOS ignora la voz del injusto.
DIOS es amoroso y lleno de bondad pero eso no quiere decir que aguantara la iniquidad. DIOS es puro y sin mancha. DIOS es la luz de cada día. Definición de oscuridad = la falta de luz! Si no hay luz eso quiere decir que no hay DIOS.
SEÑOR, guíenos. Confiamos y amamos su nombre de justicia! Enderece delante de nosotros su camino!
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Deuteronomio 8:3
No sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
“Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.” (Lucas 10:2)
Judas el traidor, Pedro quien le negó. Y otros 10 hombres que “dejándole, huyeron” (Marcos 14:50). Juntos componían los Doce –no exactamente un equipo “todo estrella” para llevar el mensaje a un mundo moribundo. ¿O lo eran?
Una leyenda antigua sugiere que Jesús, después de la resurrección y ascensión, fue recibido en las puertas del cielo por una hueste angelical que le preguntó: ¿Señor, dónde esta Tu ejercito?
Señalando abajo al Monte de los Olivos de donde había ascendido, Jesús contestó: Allá -¿los ven? Ese es mi ejército.
Sorprendidos y algo escépticos, los ángeles preguntaron: ¿Ese es Tu ejército? Pero Señor, ¿y que si te fallan?
Jesús les respondió: “Si me fallan entonces todo lo que Yo he hecho –Mis milagros, Mi mensaje, Mi vida terrenal, Mi muerte sacrificial- será todo en vano. Pero ellos no me fallaran, porque Yo estoy con ellos.
El Señor que mandó a Sus seguidores, “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15) es el mismo que dijo: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). ¿Está alguno de ustedes sin trabajo? El Carpintero todavía está buscando colaboradores.
Aunque tengamos oposición, aunque no veamos el fruto de nuestro esfuerzo, aunque muchas veces el enemigo trate de intimidarnos debemos de seguir proclamando sin cesar el mensaje del Evangelio, para que este Evangelio pueda transformar vidas.
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